Taller de Productos 3 / Leonardo Madariaga

jueves, 5 de mayo de 2011

Un ciclista + en la Ciudad - contaminación

Hace algunos meses empecé con el interés de movilizarme por mi propia cuenta, me gusta caminar pero lamentablemente el factor tiempo es importante. Como buen estudiante y con el dinero justo decidí invertir lo ganado de la práctica industrial, que realicé  en el verano 2010-11 en el MIM (Museo Interactivo Mirador), en una MTB. El agrado por las bicicletas ha estado siempre,  cuando vivía en Iquique y mientras iba al colegio me movilicé por varios años en dos ruedas.

La idea era armarme por fin una bicicleta, por lo que empecé a meterme al mundo de los ciclistas, conocí los nombres, piezas, precios, etc. Los únicos requisitos que necesitaba por ahora eran que el marco fuera de algún material liviano para poder levantarla fácilmente, en este caso fue Aluminio y que tuvieran un asiento más cómodo que los que he utilizado últimamente. En este momento ya sume al staff unos guantes, casco (aunque ya lo tenía), bombín doble valvula, caramayola + porta caramayola, asiento antiprostático. Las nuevas adquisiciones que se vienen  son las luces delanteras + traseras.


Para contarles como fue el proceso sigan este esquema:
Sueldo + Felicidad  > San Diego (bicicletas) > Cotización > Soltar el dinero  (tristeza máxima) > Adquisición Bicicleta (felicidad máxima).

Actualmente me voy de 2 a 3 veces a la semana a la U en dos ruedas, esperemos que mejore esa cifra y que se sumen los motivados de la carrera de IDP.